(SOS).- Turquía advirtió este viernes a Rusia de que una ofensiva del Ejército sirio contra la provincia de Idlib, el último baluarte de los extremistas, desatará una “catástrofe humanitaria”.
“Hay que continuar la lucha contra los guerrilleros, pero, por otra parte, el empleo de métodos militares desencadenará una catástrofe”, dijo el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, en una rueda de prensa al término de sus conversaciones con su homólogo ruso, Serguei Lavrov.
El ministro turco insistió en que el uso de la fuerza militar en esa provincia siria fronteriza con Turquía “provocará enfrentamientos armados prolongados y una catástrofe humanitaria”.
“Para todos es muy importante liquidar a estos elementos y grupos radicales, porque son una amenaza para nuestra seguridad nacional, para Rusia y para los países occidentales. Por eso es necesario separar a los guerrilleros de la población civil”, subrayó.
Al mismo tiempo, Cavusoglu recalcó que es necesario “despejar las preocupaciones de los colegas rusos y liquidar a los terroristas que actúan en esa región (en el norte de Siria)”, labor que debe hacerse sin poner en peligro a los civiles.
La situación en el Idlib es “complicada y tiene muchas aristas”, admitió a su vez Lavrov, quien también señaló la necesidad de “minimizar los riesgos” para la población civil.
Siria y Rusia, que apoya militarmente al Gobierno de Damasco, han dado por concluida la ofensiva contra los yihadistas en el suroeste de Siria y han señalado como su próximo objetivo la provincia de Idlib.
“Cuando se creó la zona de distensión de Idlib nadie suponía que en ella los guerrilleros, en primer lugar los terroristas de Al Nusra, utilizarían a los civiles como escudos humanos”, dijo el jefe de la diplomacia rusa.
Hace diez días, Lavrov no dudó en afirmar, también en una rueda de prensa conjunta con Cavusoglu, que el Ejército sirio tiene todo el derecho de reprimir a los terroristas del Frente al Nusra en Idlib.
En esa ocasión, el ministro ruso reiteró que Damasco puede combatir en Idlib pese a ser una zona de distensión bajo responsabilidad de Ankara y advirtió de que los países que protegen a los grupos armados, entre los que está Turquía, no saben distinguir entre los mal llamados rebeldes y los yihadistas.
Paralelamente a la reunión de ayer de los cancilleres ruso y turco, se celebró un encuentro entre los ministros de Defensa de ambos países, el ruso Serguei Shoigu y el turco Hulusi Akar, en el que también participó el jefe del servicio turco de Inteligencia, Hakan Fidan.
En las conversaciones, según un breve comunicado del Ministerio de Defensa de Rusia, se continuó el diálogo iniciado hace una semana sobre la situación en Siria en el curso del cual “la parte rusa le presentó a sus colegas turcos propuestas para el arreglo de la situación en el noroeste de la república (Idlib)”.
El comunicado de Defensa no reveló el contenido de las propuestas presentadas a Turquía.
Al término de las consultas ministeriales ruso-turcas, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, recibió a los ministros y al responsable del servicio de Inteligencia de Turquía.
“Gracias a los esfuerzos de nuestros países y a la participación de otros Estados interesados, en particular me refiero a Irán, a nuestra cooperación con la ONU, con países europeos y Estados Unidos, se ha conseguido avanzar de manera importante en el arreglo de la crisis siria”, dijo en la reunión el jefe del Kremlin.
Según el mandatario ruso, las relaciones entre Moscú y Ankara “tienen cada vez más peso” y destacó que la cooperación entre ambos países se profundiza “tanto en el ámbito económico como en la solución de ciertas cuestiones regionales y el complicado asunto de la crisis siria”.
“Su querido amigo, (el presidente turco, Recep Tayyip) Erdogan, le envía saludos y sus mejores deseos, y le espera próximamente de visita en Estambul”, dijo Cavusoglu, citado por los medios locales, al comienzo de la reunión.