Putin y Erdogan acuerdan crear una zona desmilitarizada en Idlib

(SOS).- Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y Turquía, Recep Tayyip Erdogan, alcanzaron este lunes en una larga y tensa negociación un acuerdo que suspende la ofensiva anunciada por el Gobierno sirio contra la provincia de Idlib, que se daba como un hecho por el respaldo del Kremlin.

A la salida de una reunión que duró más de cuatro horas, el mandatario ruso anunció el acuerdo para crear una zona desmilitarizada de hasta 20 kilómetros de ancho que dividirá las posiciones de las tropas gubernamentales sirias y los grupos armados respaldados por Turquía.

«Hemos decidido crear a lo largo de la línea de contacto entre los grupos armados y las tropas gubernamentales una zona desmilitarizada de una profundidad de 15-20 kilómetros hasta el 15 de octubre», dijo Putin en la comparecencia conjunta de los dos líderes tras su encuentro en el balneario ruso de Sochi.

El ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, precisó al responder a los periodistas que ese acuerdo suspende los planes de Damasco para lanzar una ofensiva contra la provincia de Idlib, último bastión de los yihadistas.

«A propuesta del presidente de Turquía, (se ha acordado) replegar hasta el 10 de octubre de esa zona (desmilitarizada) el armamento pesado, tanques, sistemas de artillería de los grupos armados», subrayó Putin.

Además, detalló, el acuerdo compromete a Turquía a «retirar de la zona desmilitarizada a todos los combatiente radicales, incluidos los del Frente al Nusra».

El control y la vigilancia en esa zona correrá a cargo de patrullas móviles integradas por «unidades de las policías militares turca y rusa», explicó el jefe del Kremlin.

«Junto a Rusia emprenderemos todos los esfuerzos para liquidar a todos los grupos radicales en ese territorio», dijo Erdogan.

El acuerdo y la suspensión de la ofensiva suponen una gran victoria para el presidente turco, que había dejado claro que no retiraría a sus tropas de la provincia de Idlib, donde tiene doce puestos de vigilancia para garantizar la seguridad de la población, en virtud de los acuerdos con Rusia e Irán para crear «zonas de distensión» en Siria firmados durante las negociaciones de Astaná.

«Hemos estado fortaleciendo nuestra presencia militar allí. No podemos permitirnos tener una debilidad allí, continuaremos fortaleciéndola», dijo Erdogan a los periodistas.

El líder turco llegó a Sochi decidido a defender su postura y lo consiguió, como atestigua un acuerdo, que ha sacado del debate el argumento, tantas veces esgrimido por Moscú, de que Damasco está en su derecho de recuperar por la fuerza todo su territorio.

Al comparecer ante la prensa, Putin admitió que las conversaciones con su colega turco fueron «tensas», pero le agradeció el resultado logrado tras un trabajo «constructivo» durante el encuentro.

Con todo, la zona desmilitarizada garantizará la seguridad de las bases aérea y naval que tiene Rusia en la provincia de Latakia, según Moscú objetivo de intentos de ataques por parte de los terroristas que operan en la vecina Idlib.

Los ministros de Defensa de Rusia y Turquía, que participaron en las conversaciones, firmaron en presencia de Putin y Erdogan un memorando que recoge el acuerdo alcanzado entre los dos líderes.

Los términos del acuerdo serán trasladados en las próximas horas al Gobierno sirio, señaló Shoigu.

«En general, esta postura está respaldada por los dirigentes de Siria. Pronto celebraremos consultas con los dirigentes sirios», aseguró al respecto Putin.

La provincia de Idlib, fronteriza con Turquía, acoge a unos 3 millones de personas, entre ellas un buen número de extremistas desplazados de antiguos feudos que ya fueron liberados por las fuerzas gubernamentales sirias.

El Ejército de Estados Unidos se prepara ante la posibilidad de atacar Siria

(SOS).- El militar de mayor rango de Estados Unidos ya ha hablado con el presidente norteamericano, Donald Trump, sobre las posibles acciones militares que podría llevar a cabo el país en Siria en el caso de que las autoridades de Damasco ignorasen los avisos de Washington contra el uso de armas no convencionales en la provincia de Idlib.

El presidente del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Joseph Dunford, ha declarado este sábado que está participando «en diálogos rutinarios» con el jefe de la Casa Blanca, aunque ha advertido que todavía no se ha tomado decisión alguna sobre llevar a cabo un ataque militar en respuesta a un hipotético uso de armas no convencionales por parte del Gobierno sirio.

«Pero estamos teniendo conversaciones, conversaciones rutinarias, con el presidente para asegurarnos de que sabe dónde estamos en relación con la planificación», ha explicado.

El general Dunford, que ha hecho estas declaraciones durante un viaje a la India, ha añadido que Trump «espera que tengamos varias opciones militares, por lo que le estamos manteniendo al día en lo que se refiere al desarrollo de esas opciones».

Cabe recordar que Estados Unidos ya ha bombardeado Siria en dos ocasiones por el supuesto uso de este tipo de armamento por parte de las fuerzas leales a Damasco.

Por su parte, la Presidencia de Rusia ha recalcado que la situación en Idlib genera «suma preocupación» en Moscú.

«La situación en Idlib sigue generando suma preocupación e inquietud y por supuesto forma parte de la agenda de Rusia durante los contactos con los socios interesados a todos los niveles», ha dicho el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.

A su vez, el viceministro de Exteriores ruso, Sergei Riabkov, ha afirmado que la pacificación del país depende de que el Gobierno sirio recupere el control de la provincia de Idlib.

Riabkov ha confirmado que el conflicto en el país árabe será uno de los principales puntos del encuentro que mantendrán próximamente el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, y el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, en los márgenes de la sesión que celebrará este mes la Asamblea General de Naciones Unidas.

«Por supuesto, Siria es uno de los temas principales, en cada conversación telefónica y contacto personal ese tema ocupa un tiempo considerable», ha zanjado.

Rusia, Turquía e Irán no llegan a un acuerdo sobre un alto el fuego en la provincia siria de Idlib

(SOS).- La cumbre tripartita celebrada este viernes en Teherán entre los presidentes de Turquía, Rusia e Irán se ha saldado sin un acuerdo en torno a un posible alto el fuego en la provincia siria de Idlib.

La provincia al noroeste del país árabe está ante una inminente ofensiva por parte del Gobierno de Damasco y sus aliados. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, es partidario de un alto en fuego en la zona pero sus homólogos ruso e iraní se resisten.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha argumentado que los grupos terroristas no forman parte del proceso de diálogo; y el dirigente iraní,  Hasan Rohani, se ha mostrado de acuerdo en incluir en la declaración final la decisión de cese al fuego. Sin embargo, Rohani ha dejado claro nada más comenzar la cumbre que combatir el terrorismo en Idlib es «inevitable».

Además, Putin ha vuelto a denunciar hoy que los grupos terroristas presentes en la provincia de Idlib «quieren obstaculizar la paz mediante actos provocativos como el uso de armas químicas».

En su discurso al inicio de la cumbre tripartita de Teherán para debatir sobre el futuro de la provincia siria de Idlib, el Kremlin ha señalado que los extremistas son el obstáculo para la paz. Por este motivo, ha declarado que su principal objetivo es deshacerse de los combatientes radicales. «El Gobierno sirio tiene el derecho de controlar todo el territorio nacional, y el derecho a hacerlo», ha indicado.

Por su parte, el mandatario turco ha reclamado protección para la población civil mientras se diseñan acciones para luchar contra los grupos terroristas. En esta línea, ha pedido «garantías» para que una eventual ofensiva contra la provincia siria de Idlib no derive en «una masacre de civiles». Además, ha confirmado que permanecerán desplegados los 400 militares que Turquía tiene en la región.

«No queremos en absoluto que (Idlib) se transforme en un baño de sangre», ha sentenciado Erdogan que, a pesar de ello, se ha mostrado reticente a admitir la llegada de más inmigrantes a Turquía si la situación en Idlib empeora.

La cumbre de Teherán puede determinar el futuro de la provincia siria de Idlib

(SOS).- La reunión sobre Siria que celebran mañana en Teherán los presidentes de Rusia, Turquía e Irán estará centrada en la inminente operación militar contra la provincia de Idlib, el último gran bastión de los extremistas.

En los últimos días, se han sucedido las declaraciones sobre posibles actuaciones en Idlib, así como los llamamientos a la contención temiendo que una ofensiva del Ejército sirio en esa provincia cause un baño de sangre y una catástrofe humanitaria.

Vladimir Putin, Recep Tayyip Erdogan y Hasan Rohani continuarán en el encuentro de mañana el llamado proceso de paz de Astaná, que ha eclipsado las conversaciones de la ONU para lograr una solución negociada al conflicto sirio y que mañana tendrá un énfasis especial en la suerte de Idlib.

La postura de estos tres países difiere. Rusia e Irán son los principales valedores del Gobierno sirio, mientras que Turquía respalda a diferentes grupos armados.

Erdogan alertó ayer de que un ataque a gran escala puede desencadenar una fuerte oleada de refugiados hacia Turquía, limítrofe con Idlib.

«Ojalá en la cumbre de Teherán tengamos un resultado positivo y consigamos prevenir acciones desproporcionadas contra los habitantes de esa región», subrayó el presidente turco.

Desde el Kremlin, sin embargo, insistieron en que en Idlib se ha formado «un nido terrorista», por lo que «hay que solucionar ese problema».

Rusia asegura que el Ejército sirio se prepara para «arreglar» la situación en el último feudo extremista.

En la misma línea, el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, dijo que «los terroristas que operan en Idlib deben ser erradicados», aunque matizó que su expulsión se llevará a cabo con «pérdidas humanas mínimas».

Zarif viajó esta semana a Damasco para reunirse con el presidente Bashar al Assad y con su homólogo sirio, Walid al Mualem, en el marco de los contactos que también ha realizado con las autoridades rusas y turcas para abordar los siguientes pasos a dar en Idlib.

Idlib, en el noroeste de Siria y fronteriza con Turquía, es la última provincia que escapa al control del Gobierno sirio y está dominada en gran parte por el Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda.

Desde hace semanas, Damasco envía refuerzos militares a los alrededores de Idlib para liberar la región, al igual que hizo en los últimos meses en otros feudos extremistas, como Guta Oriental, a las afueras de Damasco, o en Deraa, en el sur del país.

Las voces contra la ofensiva no han dejado de escucharse. El presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió a Rusia, Irán y Siria de que supondría un «grave error» y acarrearía una «tragedia humanitaria».

Por su parte, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, pidió a Putin y Erdogan «que hablen y que encuentren una solución» a esta crisis.

«Tratemos de evitar que la última y probablemente mayor batalla de esta guerra en Siria termine en un baño de sangre. Pedimos a todos los países que mantengan una presión moral para evitar una opción militar drástica en Idlib y dar más tiempo a las negociaciones», insistió De Mistura.

En paralelo a la cumbre de Teherán, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá también el viernes para analizar la inminente ofensiva y tratar de «evitar» una tragedia.

Francia alerta de las consecuencias desastrosas de una ofensiva en Idlib

(SOS).- El Gobierno francés expresó este lunes su preocupación por una posible ofensiva del Gobierno sirio y sus aliados en la provincia de Idlib, al norte de Siria, el último bastión extremista, por las «consecuencias desastrosas» que desataría en el plano humanitario y migratorio.

La ofensiva «entrañaría una nueva catástrofe mayor humanitaria y migratoria ya que pondría en peligro a tres millones de civiles», según cifras de la ONU citadas por un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores francés.

Exteriores reiteró el llamamiento a Rusia y Turquía para que mantengan la reducción de la violencia en la región y apeló a la protección de los civiles como primera necesidad.

«Mantendremos el diálogo estrecho que hemos iniciado con estos dos países así como los principales actores de la crisis siria con el fin de poner una solución política inclusiva, creíble y duradera en Siria», zanjó.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, insistió ayer en el derecho soberano que tiene el Gobierno de Siria para liquidar a los terroristas que se refugian en la provincia de Idlib.

«No hay lugar para los terroristas en Siria y el Gobierno sirio tiene pleno derecho a perseguir su aniquilación en su territorio. Nadie puede discutir esto», dijo Lavrov a los alumnos de la Universidad Estatal de Relaciones Internacionales MGIMO, en un discurso con motivo del inicio del curso escolar.

Respondió así al secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, que acusó el viernes a su homólogo ruso de «defender» un posible ataque de las fuerzas gubernamentales sirias contra la provincia de Idlib.

«Serguei Lavrov está defendiendo el ataque de Siria y Rusia contra Idlib. Estados Unidos ve esto como una escalada en un conflicto ya peligroso», escribió Pompeo en Twitter.

Rusia ha instado abiertamente a atacar Idlib, que considera un «forúnculo» yihadista que debe ser extirpado. El principal escollo para lanzar una ofensiva militar es la presencia de militares turcos en la zona.

Turquía manda refuerzos militares a Siria

(SOS).- Turquía ha enviado refuerzos militares a la provincia siria de Idlib (noroeste), al otro lado de su frontera, después del fracaso de las negociaciones de sus servicios de Inteligencia con los yihadistas que controlan gran parte de esa región.

Un convoy militar turco entró anoche en territorio sirio, integrado por decenas de vehículos que transportaban soldados y equipamiento, cuya misión es reforzar las posiciones del Ejército turco en el norte de Siria.

Algunos de los vehículos se dirigieron a una posición turca en la zona de Moruk, en el norte de la provincia de Hama, vecina a Idlib; mientras que otros acudieron a un puesto militar en la localidad de Maarat al Numan, en la propia Idlib.

Los refuerzos militares llegaron después de que los servicios de Inteligencia turcos fracasaran a la hora de convencer al Frente al Nusra de disolver el grupo, ante la ofensiva que el Ejército sirio y Rusia se disponen a lanzar contra este y otras facciones armadas extremistas que operan en Idlib.

La provincia está controlada en su gran mayoría por organizaciones radicales, y según cifras de la ONU, en ella se encuentran unos 10.000 yihadistas vinculados a la filial siria de Al Qaeda.

Turquía tiene efectivos desplegados en el norte de Siria para luchar contra las milicias kurdas y para ello cuenta con el apoyo sobre el terreno de diferentes grupos armados.

El Gobierno turco ha advertido reiteradamente de las consecuencias humanitarias que tendría una ofensiva a gran escala contra Idlib, donde residen 2,9 millones de personas, según la ONU, cifra que Ankara eleva a 3,5 millones.

El ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, manifestó el viernes que en Idlib «hay algunos grupos extremistas, lo mejor es identificarlos, separarlos de los demás y eliminarlos. No atacar indiscriminadamente».

Ankara está preocupada por un posible flujo de refugiados que huyendo de la violencia tratarían de cruzar la frontera de Siria con Turquía, que permanece cerrada en ese punto.

Turquía advierte de la catástrofe humanitaria en el caso de una ofensiva en el noroeste de Siria

(SOS).- Turquía advirtió este viernes a Rusia de que una ofensiva del Ejército sirio contra la provincia de Idlib, el último baluarte de los extremistas, desatará una “catástrofe humanitaria”.

“Hay que continuar la lucha contra los guerrilleros, pero, por otra parte, el empleo de métodos militares desencadenará una catástrofe”, dijo el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, en una rueda de prensa al término de sus conversaciones con su homólogo ruso, Serguei Lavrov.

El ministro turco insistió en que el uso de la fuerza militar en esa provincia siria fronteriza con Turquía “provocará enfrentamientos armados prolongados y una catástrofe humanitaria”.

“Para todos es muy importante liquidar a estos elementos y grupos radicales, porque son una amenaza para nuestra seguridad nacional, para Rusia y para los países occidentales. Por eso es necesario separar a los guerrilleros de la población civil”, subrayó.

Al mismo tiempo, Cavusoglu recalcó que es necesario “despejar las preocupaciones de los colegas rusos y liquidar a los terroristas que actúan en esa región (en el norte de Siria)”, labor que debe hacerse sin poner en peligro a los civiles.

La situación en el Idlib es “complicada y tiene muchas aristas”, admitió a su vez Lavrov, quien también señaló la necesidad de “minimizar los riesgos” para la población civil.

Siria y Rusia, que apoya militarmente al Gobierno de Damasco, han dado por concluida la ofensiva contra los yihadistas en el suroeste de Siria y han señalado como su próximo objetivo la provincia de Idlib.

“Cuando se creó la zona de distensión de Idlib nadie suponía que en ella los guerrilleros, en primer lugar los terroristas de Al Nusra, utilizarían a los civiles como escudos humanos”, dijo el jefe de la diplomacia rusa.

Hace diez días, Lavrov no dudó en afirmar, también en una rueda de prensa conjunta con Cavusoglu, que el Ejército sirio tiene todo el derecho de reprimir a los terroristas del Frente al Nusra en Idlib.

En esa ocasión, el ministro ruso reiteró que Damasco puede combatir en Idlib pese a ser una zona de distensión bajo responsabilidad de Ankara y advirtió de que los países que protegen a los grupos armados, entre los que está Turquía, no saben distinguir entre los mal llamados rebeldes y los yihadistas.

Paralelamente a la reunión de ayer de los cancilleres ruso y turco, se celebró un encuentro entre los ministros de Defensa de ambos países, el ruso Serguei Shoigu y el turco Hulusi Akar, en el que también participó el jefe del servicio turco de Inteligencia, Hakan Fidan.

En las conversaciones, según un breve comunicado del Ministerio de Defensa de Rusia, se continuó el diálogo iniciado hace una semana sobre la situación en Siria en el curso del cual “la parte rusa le presentó a sus colegas turcos propuestas para el arreglo de la situación en el noroeste de la república (Idlib)”.

El comunicado de Defensa no reveló el contenido de las propuestas presentadas a Turquía.

Al término de las consultas ministeriales ruso-turcas, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, recibió a los ministros y al responsable del servicio de Inteligencia de Turquía.

“Gracias a los esfuerzos de nuestros países y a la participación de otros Estados interesados, en particular me refiero a Irán, a nuestra cooperación con la ONU, con países europeos y Estados Unidos, se ha conseguido avanzar de manera importante en el arreglo de la crisis siria”, dijo en la reunión el jefe del Kremlin.

Según el mandatario ruso, las relaciones entre Moscú y Ankara “tienen cada vez más peso” y destacó que la cooperación entre ambos países se profundiza “tanto en el ámbito económico como en la solución de ciertas cuestiones regionales y el complicado asunto de la crisis siria”.

“Su querido amigo, (el presidente turco, Recep Tayyip) Erdogan, le envía saludos y sus mejores deseos, y le espera próximamente de visita en Estambul”, dijo Cavusoglu, citado por los medios locales, al comienzo de la reunión.

Rusia y Turquía tratan sobre la situación del último bastión extremista en Siria

(SOS).- El destino de la región siria de Idlib, el último refugio de los extremistas, ha dominado el encuentro de este jueves en Ankara entre los ministros de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, y turco, Mevlut Cavusoglu.

Turquía y Rusia, junto a Irán, cooperan en el llamado proceso de Astaná para lograr una solución negociada al conflicto en Siria, pese a que Moscú y Teherán respaldan al Gobierno sirio, mientras que Ankara apoya a los grupos armados que operan en el país árabe.

Rusia y Siria han dado por concluida la ofensiva en el suroeste del país y han señalado como próximo objetivo Idlib, provincia norteña fronteriza con Turquía donde hay desplegadas también tropas turcas.

En el encuentro de ayer en Ankara, Lavrov señaló que la situación de Idlib es más complicada que en otras zonas, especialmente por la agresividad del Frente al Nusra —antigua denominación de la filial siria de Al Qaeda— y defendió el derecho del Ejército sirio a combatirlo.

«El Ejército sirio tiene todo el derecho de reprimir (al Frente al Nusra en Idlib). Está en su propia tierra y combate por su independencia, contra los terroristas. Nosotros le damos apoyo en esas acciones de acuerdo al derecho internacional», dijo en una rueda de prensa conjunta con Cavusoglu.

El ministro ruso reiteró que Damasco puede combatir en Idlib pese a ser una zona de distensión bajo responsabilidad de Ankara y advirtió de que los países que protegen a los grupos armados, entre los que está Turquía, no saben distinguir entre los mal denominados rebeldes y los yihadistas.

Por su parte, Cavusoglu mostró su disposición a colaborar con Rusia para «neutralizar» a los «terroristas» de Idlib.

«Hay más de tres millones de civiles viviendo en Idlib, pero también hay grupos terroristas allí. Sobre todo vienen con armas de zonas previamente sitiadas», dijo.

«Está claro lo que se debe hacer. Nosotros, junto a Rusia y otros socios, los identificaremos y los neutralizaremos», afirmó el ministro turco.

Cavusoglu insistió en que debido a la presencia de población civil en la región se deben evitar grandes ofensivas que puedan generar víctimas indiscriminadas.

En el encuentro entre ambos ministros también se iniciaron los preparativos para celebrar una cumbre sobre Siria, en la que participarán los líderes de Rusia, Turquía, Francia y Alemania.

A finales del mes pasado, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, habló del próximo 7 de septiembre como posible fecha, y de Estambul como probable lugar de esta cumbre.

Sin embargo, ningún ministro hizo públicos nuevos detalles sobre la citada cumbre durante su encuentro en Ankara.

El ministro de Exteriores ruso viaja a Estambul para preparar la cumbre sobre Siria

(SOS).- El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov, viaja este lunes a Estambul en una visita de dos días durante la cual abordará con su colega turco, Mevlut Cavusoglu, los preparativos de una cumbre entre los líderes de Rusia, Alemania, Turquía y Francia sobre el conflicto sirio.

«Los ministros tratarán los preparativos de la cumbre que se planea celebrar en un futuro próximo entre los presidentes de Rusia, Turquía, Alemania y Francia sobre el arreglo sirio», señala un comunicado difundido por la cancillería rusa.

La situación en Siria y en el resto de la región de Oriente Próximo será el principal asunto en las conversaciones entre los dos ministros.

Lavrov y Cavusoglu también abordarán la actualidad «en África del Norte, Cáucaso, Asia Central, Ucrania y la región del mar Negro», añade la nota informativa de Moscú.

Además, los responsables de Exteriores también hablarán de las relaciones bilaterales, con especial atención al fortalecimiento de la cooperación económica y comercial entre los dos países.

«Un lugar especial (en las conversaciones) lo ocupará la cooperación en el ámbito energético, que juega un papel clave en las relaciones bilaterales», precisa la cancillería rusa.

Rusia está construyendo en la actualidad el gasoducto Turkish Stream que unirá los dos países por el fondo del mar Negro, y que atravesará el territorio turco hasta la frontera de ese país con la Unión Europea (UE).

Rusia y Siria han dado por concluida la ofensiva para recuperar el control total sobre el suroeste del país árabe y han señalado como el próximo objetivo a la provincia norteña de Idlib, último refugio de los extremistas, en el que están desplegadas tropas turcas.

Ankara protege a los grupos armados en esa provincia, por lo que se prevé una dura negociación en la que Moscú intentará convencer a Turquía para que no ponga obstáculos a que Damasco recupere el control sobre la zona.

Al menos 39 civiles mueren en Siria tras la explosión de un almacén de armas

(SOS).- Al menos 39 civiles, entre ellos 12 menores, murieron este domingo por una explosión que provocó el desplome de un edificio en la provincia septentrional de Idlib, en una zona controlada por los extremistas cerca de la frontera turca.

La explosión ocurrió en un almacén de municiones de un traficante de armas, ubicado en la planta baja de un edificio residencial en la localidad de Sarmada, en manos de grupos yihadistas.

Según fuentes locales, el número de muertos puede aumentar porque todavía hay personas atrapadas bajo los escombros y porque hay heridos en estado grave.

El depósito estaba situado en un bloque residencial de Sarmada y pertenecía a un traficante de armas que trabajaba para Hayat Tahrir al Sham (HTS), filial siria de Al Qaeda.

El edificio tenía cinco plantas y se desplomó por completo por la explosión. Los equipos de rescate lograron sacar a 10 personas con vida de debajo de los escombros. La fachada del edificio quedó totalmente ennegrecida por el fuego que se propagó tras la explosión, que tuvo lugar de madrugada.

Al cierre de esta edición, continúa la búsqueda de supervivientes y cadáveres.

La provincia de Idlib es el último refugio de los extremistas y el lugar adonde se han dirigido los combatientes y sus familiares evacuados desde otras regiones que han sido liberadas por las fuerzas sirias.