(SOS).- El Gobierno sirio afirmó en las últimas horas que «la agresión bárbara» llevada a cabo por la coalición internacional liderada por Estados Unidos contra fuerzas sirias en el noreste del país árabe revela el objetivo real de esta alianza, que es apoyar al Estado Islámico. Así lo aseguró el Ministerio sirio de Exteriores en dos cartas enviadas a la Secretaría General y el Consejo de Seguridad de la ONU.
En las misivas, el ministerio recordó que la coalición cometió «una masacre brutal contra las fuerzas populares sirias (milicias progubernamentales) que hacen frente al Estado Islámico» en la provincia nororiental de Deir ez-Zor.
Según las autoridades sirias, el grupo yihadista todavía está presente en zonas entre los pueblos de Jasham y Al Tabia, en Deir ez- Zor, gracias a la protección de la coalición internacional y de sus aliados.
El ministerio acusó a aviones de Estados Unidos de haber atacado a «las fuerzas populares» que estaban luchando contra los extremistas y de haber causado decenas de muertos y heridos en las filas de esas milicias progubernamentales.
«Esta nueva agresión, que representa un crimen de guerra y contra la humanidad, además de un apoyo directo al terrorismo, afirma la naturaleza de las bajas intenciones de Estados Unidos contra la soberanía de Siria y la unidad de su territorio y de su pueblo», indicó.
El ministerio aseguró que Washington emplea la lucha contra el terrorismo como pretexto para establecer «bases ilegales» en Siria.
Insistió en que «esta presencia ilegal tiene, sin duda, el objetivo de continuar el respaldo proporcionado al Estado Islámico y a milicias ilegales, así como establecer áreas seguras para ellos y obstruir cualquier esfuerzo serio para combatir el terrorismo».
A juicio del Gobierno de Damasco, esta actitud de Estados Unidos, que prolonga el conflicto en Siria, sirve a sus intereses, a los de Israel y a los de los terroristas.
Por ello, exigió la disolución de «la coalición ilegal, ya que es una fuerza de protección y apoyo al terrorismo».
El ministerio hizo, además, un llamamiento al Consejo de Seguridad para que condene esta masacre y para que la alianza internacional rinda cuentas.
Por su parte, Rusia protestó en la ONU por el ataque llevado a cabo en Siria por la coalición internacional liderada por Estados Unidos contra tropas favorables al Gobierno de Damasco, una acción que calificó de «deplorable».
El asunto fue discutido durante una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad, en la que los quince países analizaron los últimos acontecimientos en el conflicto sirio.
El embajador ruso, Vasili Nebenzia, dijo a los periodistas que el ataque fue «inaceptable» y «deplorable» y que no debería repetirse.
Nebenzia señaló que durante la reunión recordó a Estados Unidos y sus aliados que están en el país árabe «ilegalmente» al no haber sido invitados por el Gobierno sirio y denunció que su supuesta campaña contra el terrorismo está siendo utilizada también para otros fines.
En la cita, los quince países del Consejo de Seguridad discutieron además el llamamiento a una tregua de al menos un mes lanzado esta semana por los servicios humanitarios de la ONU ante el supuesto deterioro de la situación en varias zonas de Siria.
Las potencias del Consejo de Seguridad no fueron capaces de llegar a ningún tipo de acuerdo al respecto, según fuentes diplomáticas.
En declaraciones a la prensa, el embajador ruso consideró que esa tregua no es realista ahora mismo.
«A nosotros nos gustaría ver un alto el fuego, el fin de la guerra, pero los terroristas, no estoy seguro de que estén de acuerdo», explicó.
Además, Nebenzia subrayó que la situación humanitaria en Siria no es muy distinta a la de hace uno o dos meses y sugirió que la renovada atención sobre el tema es una maniobra de Occidente ante los progresos de cara a un acuerdo de paz logrados en la reciente reunión celebrada en la localidad rusa de Sochi.
Mientras, la Fuerza Aérea de Turquía llevó a cabo este viernes nuevos bombardeos contra las posiciones de las Unidades de Protección Popular (YPG) en la región siria de Afrin, tras cinco días sin ataques de este tipo.
Según las informaciones facilitadas por los medios de comunicación turcos, en los ataques aéreos fueron alcanzados seis objetivos de las YPG en los alrededores del monte Burseya, controlado por el Ejército turco y el ELS.
Los bombardeos contra las YPG fueron suspendidos el domingo, un día después de que fuera derribado un caza ruso en la provincia siria de Idlib.
El 20 de enero, las Fuerzas Armadas turcas iniciaron la operación en la región de Afrin contra las milicias kurdas, una ofensiva que abrió un nuevo frente en la guerra de Siria.
(Fuente: Agencias)