(SOS).- La provincia meridional de Al Sueida sigue contando a sus muertos y suma ya 252 fallecidos por los atentados suicidas y ataques armados lanzados el miércoles por el Estado Islámico contra civiles y fuerzas gubernamentales sirias en varios puntos de la región.
Según el último recuento, los ataques, que son los más graves perpetrados por los yihadistas en Al Sueida, han acabado con la vida de al menos 139 civiles y 113 efectivos de las tropas leales a Damasco, además de 63 miembros del grupo yihadista.
El número de fallecidos ha aumentado en las pasadas 24 horas por la muerte de heridos graves y por el hallazgo de cadáveres de desaparecidos o ejecutados por el Estado Islámico en zonas rurales de la región.
Una joven siria originaria de Al Sueida y afincada en el Líbano relató a la prensa local que los residentes de la zona están en estado de shock y no se atreven a salir de sus casas después de la violencia que sacudió la capital provincial y otras localidades del norte de la región.
«Gracias a Dios mi familia está bien. Mis padres son mayores y no han salido de casa, nadie se atreve a hacerlo de hecho. La situación es horrible», dijo la mujer, que prefirió ocultar su nombre por razones de seguridad.
«La guerra comenzó ayer para ellos (en Al Sueida). La zona había permanecido tranquila durante toda la guerra, hasta la locura de ayer (miércoles)», explicó.
Al Sueida no había sido escenario de combates durante el conflicto que ha azotado Siria desde 2011 y ha permanecido bajo el control de las autoridades de Damasco.
La joven de Al Sueida añadió que sus habitantes están aterrorizados después de lo sucedido: «Hubo muchos secuestros además de todas las explosiones» causadas por hasta siete terroristas suicidas.
En algunos casos, murieron varios miembros de una misma familia, incluso «más de 20 personas fueron asesinadas: padres, hijos, nietos…», detalló.
Por su parte, fuentes oficiales informaron de que se celebró este jueves un funeral masivo en la ciudad de Al Sueida, donde fue enterrada una parte de las víctimas de los ataques del día anterior, cuyos féretros fueron envueltos en banderas sirias.
Clérigos drusos asistieron a la ceremonia, ya que en la provincia hay una presencia destacada de población drusa, que tradicionalmente apoya a las autoridades gubernamentales.
Los principales líderes de la comunidad religiosa drusa del Líbano responsabilizaron al Gobierno sirio del ataque, mientras que el grupo chií libanés Hezbolá acusó a Estados Unidos de apoyar al Estado Islámico para que llevara a cabo su brutal acción.
Hezbolá señaló que la organización extremista preparó los atentados con armas llegadas a Al Sueida «ante los ojos» de las tropas estadounidenses desplegadas en la zona de Al Tanf, en la frontera de Siria con Irak.
Los yihadistas actuaron en Al Sueida coincidiendo con la ofensiva gubernamental en la vecina provincia de Deraa contra las facciones extremistas, incluido el grupo Ejército Jaled bin Walid, vinculado al Estado Islámico.
Las tropas de Damasco tomaron ayer 25 localidades controladas por esa agrupación en la cuenca del río Yarmuk, según fuentes locales.
Las fuerzas sirias continuaron arrebatando territorios al Ejército Jaled bin Walid, el cual se retiró de siete poblaciones y ahora sólo controla una decena de localidades en Deraa, tras una semana de ofensiva de Damasco contra los yihadistas.
Además, el Ejército sirio se hizo con el control del cruce fronterizo entre la provincia de Al Quneitra e Israel, en los Altos del Golán, que estaba en manos de los extremistas desde hace cuatro años.
La zona que divide los Altos del Golán sirios y los ocupados por Israel desde 1967 es una franja desmilitarizada desde el acuerdo de 1974 que puso fin a la Guerra del Yom Kipur, y está bajo la supervisión de la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación (UNDOF).