(SOS).- Estados Unidos ya no pretende expulsar del poder al presidente sirio, Bashar al-Assad, según ha reconocido la embajadora norteamericana ante la ONU, Nikki Haley.
«Nuestra prioridad ya no es sentarnos y centrarnos en sacar a Al Assad», sino «mirar cómo conseguimos que las cosas se hagan», ha explicado, en declaraciones a un grupo de periodistas. En este sentido, ha apuntado que analizan «con quién trabajar para lograr una verdadera diferencia para el pueblo de Siria».
Haley ha marcado de esta forma distancias con el Gobierno de Barack Obama. «No podemos concentrarnos necesariamente en Al Assad de la forma en que hizo la anterior Administración», ha argumentado la diplomática.
El secretario de Estado, Rex Tillerson, también ha expresado en Ankara la posición de la Casa Blanca sobre el futuro del presidente Bashar al-Assad.
«El lugar a largo plazo del presidente Al Assad será decidido por el pueblo de Siria», ha señalado Tillerson en una rueda de prensa junto a su homólogo turco, Mevlüt Çavusoglu.
El presidente de EEUU, Donald Trump, ha cambiado la política de su país respecto a Siria, pues hasta el momento parece haber dado prioridad a la derrota del Estado Islámico. La nueva postura norteamericana es más cercana a la que ha mantenido Rusia desde el comienzo del conflicto.
(Fuente: Agencias)