EEUU reconoce que su prioridad ya no es sacar a Al Assad del poder

(SOS).- Estados Unidos ya no pretende expulsar del poder al presidente sirio, Bashar al-Assad, según ha reconocido la embajadora norteamericana ante la ONU, Nikki Haley.

«Nuestra prioridad ya no es sentarnos y centrarnos en sacar a Al Assad», sino «mirar cómo conseguimos que las cosas se hagan», ha explicado, en declaraciones a un grupo de periodistas. En este sentido, ha apuntado que analizan «con quién trabajar para lograr una verdadera diferencia para el pueblo de Siria».

Haley ha marcado de esta forma distancias con el Gobierno de Barack Obama. «No podemos concentrarnos necesariamente en Al Assad de la forma en que hizo la anterior Administración», ha argumentado la diplomática.

El secretario de Estado, Rex Tillerson, también ha expresado en Ankara la posición de la Casa Blanca sobre el futuro del presidente Bashar al-Assad.

«El lugar a largo plazo del presidente Al Assad será decidido por el pueblo de Siria», ha señalado Tillerson en una rueda de prensa junto a su homólogo turco, Mevlüt Çavusoglu.

El presidente de EEUU, Donald Trump, ha cambiado la política de su país respecto a Siria, pues hasta el momento parece haber dado prioridad a la derrota del Estado Islámico. La nueva postura norteamericana es más cercana a la que ha mantenido Rusia desde el comienzo del conflicto.

(Fuente: Agencias)

Moscú invita a la administración Trump a las conversaciones de paz sobre Siria en Astaná

Astaná (AsiaNews/Agencias).- Rusia invitó al equipo del presidente electo estadounidense, Donald Trump, a las negociaciones de paz sobre Siria del 23 de enero en Kazajistán, informó este viernes el Washington Post.

Según el diario norteamericano, el embajador ruso en Washington, Serguei Kislyak, convocó a Estados Unidos a la reunión de Astaná en una llamada telefónica con el futuro consejero de seguridad nacional, Michael Flynn, el 28 de diciembre. El próximo portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, confirmó a la prensa la conversación entre Kislyak y Flynn.

Por su parte, el Departamento de Estado indicó que Estados Unidos no había sido invitado formalmente a las negociaciones en Astaná, organizadas por Moscú, Ankara y Teherán, pero que, si se diera el caso, aconsejaría a la administración Trump que acudiera.

En los últimos días, Turquía había previsto la posibilidad de extender la invitación también a Washington. El jefe de la diplomacia turca Mevlut Cavusoglu dijo que Estados Unidos «sin duda debe ser invitado» y que Moscú y Ankara están «de acuerdo» en este punto.

El Kremlin, que con la llegada del nuevo presidente estadounidense espera mejorar las relaciones con la Casa Blanca, no aclaró la cuestión de la invitación a Washington. Sin embargo, Rusia manifestó estar a favor de una participación «lo más amplia posible» de las partes interesadas.

Las conversaciones en Astaná se celebrarán el lunes 23 de enero, primer día oficial de trabajo de la nueva administración Trump, que tomará el mando de la Casa Blanca en un acto el 20 de enero.

Esta ronda de negociaciones fue anunciada a finales de diciembre, después de que se asegurara un alto el fuego general en Siria. Por primera vez, no se organizó con participación de Washington, que había liderado las iniciativas internacionales para poner fin a la guerra en el país en los últimos años.

La cumbre en Kazajistán servirá para preparar una nueva ronda de negociaciones entre el Gobierno y la oposición siria, que tendrá lugar en Ginebra el próximo 8 de febrero bajo los auspicios de las Naciones Unidas. En los últimos meses, se llevaron a cabo otras dos reuniones entre las partes en la ciudad suiza, pero no produjeron resultados concretos y duraderos en aras de la paz.