Beatifican a sacerdote católico polaco que fue decapitado por los nazis

Puede ser una imagen de 2 personas

Este sábado fue beatificado el P. Jan Franciszek Macha, un sacerdote católico polaco que fue decapitado con una guillotina a manos de los nazis en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial. Jan Franciszek Macha, conocido como Hanik, nació el 18 de enero de 1914 en Chorzów Stary, un pueblo de la provincia de Silesia, en el sur de Polonia. Tenía dos hermanas y un hermano.En 1934 ingresó en el Seminario Teológico de Silesia. Fue ordenado sacerdote para la Arquidiócesis de Katowice el 25 de junio de 1939, solo tres meses antes de que la Alemania nazi invadiera Polonia.Tras una sustitución de dos meses en su parroquia natal, el 10 de septiembre asumió el cargo de vicario en la iglesia parroquial de San José en Ruda Śląska. Durante la ocupación, desarrolló una animada actividad caritativa entre las familias polacas afectadas por la ocupación. Era miembro de un grupo clandestino, con nombre en código Konwalia (Lirio de los valles), que ayudaba a los necesitados. También publicó el periódico clandestino Świt (Dawn). La Gestapo, la policía secreta de la Alemania nazi, arrestó a Macha el 5 de septiembre de 1941 en una estación de tren en Katowice. Encontraron una lista de personas a las que él y sus asociados habían ayudado, así como otros documentos que mostraban que habían recolectado dinero y se lo habían dado a personas necesitadas. Tras unos interrogatorios humillantes, Macha fue condenado a muerte por decapitación en una breve audiencia en Katowice el 17 de julio de 1942. Fue ejecutado por guillotina en una prisión de Katowice a las 12:15 a.m. del 3 de diciembre de 1942, a pesar de los esfuerzos de su madre por obtener el perdón. Unas horas antes de su decapitación, el joven sacerdote escribió en una carta a su familia las palabras que se convirtieron en su testamento: “Esta es mi última carta. En cuatro horas se ejecutará la sentencia. Entonces, cuando leas esta carta, ¡ya no estaré entre los vivos! ¡Quédate con Dios! Perdóname por todo”.Continuó: “Voy ante el Juez Todopoderoso que ahora me juzgará. Espero que me acepte. Mi deseo era trabajar para Él, pero no me fue dado. ¡Gracias por todo! Muero con la conciencia tranquila. He vivido poco tiempo, pero creo que he conseguido mi objetivo. No desesperes. Todo estará bien. El bosque, aunque haya un árbol menos, seguirá siendo un bosque. Sin una golondrina, llegará la primavera, y sin un hombre, el mundo no se derrumbará”

Deja un comentario