Rusia espera que Occidente no obstaculice una operación antiterrorista en Idlib

(SOS).- Rusia aseguró que la provincia siria de Idlib es un «furúnculo» yihadista a extirpar y llamó a Occidente a no obstaculizar una operación antiterrorista contra el considerado último bastión extremista del país árabe.

«Este es el último foco de los terroristas, que intentan especular con el estatus de zona de distensión (…). Así que, desde todos los puntos de vista es necesario liquidar ese furúnculo», declaró a la prensa el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, tras reunirse con su colega saudí, Adel al Yubeir.

Además, las declaraciones de Lavrov suponen un desafío para la ONU y Occidente, que advirtieron el miércoles en la reunión mensual del Consejo de Seguridad de que tal ofensiva amenaza con una «emergencia humanitaria de una escala aún no vista» en Siria.

Lavrov recibirá este jueves al ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem, lo que podría ser la antesala de una inminente ofensiva, según la prensa.

El diario Izvestia publicó que Rusia está concentrando en el mar Mediterráneo su mayor presencia naval —desde nuevas fragatas equipadas con misiles de crucero Kalibr hasta submarinos— desde que interviniera en el país árabe en 2015.

El jefe de la diplomacia rusa denunció que, además de utilizar a la población civil como escudos humanos, los yihadistas acantonados en Idlib están intentando hacerse con el control de las bandas armadas dispuestas a negociar con el Gobierno sirio, argumento que justificaría la urgencia de una operación antiterrorista.

Lavrov explicó que ese asunto ha sido tratado largo y tendido en las últimas semanas por los ministros de Exteriores y Defensa de Rusia y Turquía, y que ambas partes han llegado a un «entendimiento político» sobre las medidas a tomar en Idlib.

«¿Cómo traducir ese consenso político al lenguaje práctico? Sobre eso están hablando los militares de Rusia y Turquía, que conocen la situación sobre el terreno», apuntó.

Con todo, la pasada semana, tras reunirse con Lavrov en Moscú, el titular de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, advirtió de que el uso de la fuerza militar en el último reducto extremista desataría «una catástrofe humanitaria», aunque también llamó a «liquidar a los terroristas».

A su vez, Lavrov volvió a denunciar una inminente «provocación» en Idlib, cuyo objetivo sería inculpar a las autoridades de Damasco, provocar un bombardeo occidental contra posiciones gubernamentales y, de esa forma, impedir que las fuerzas sirias expulsen a los terroristas de la zona de distensión.

«Espero que los socios occidentales que caldean este tema tan activamente no se pongan a seguir la corriente a las provocaciones, a los montajes que se están preparando y no obstaculicen las operación antiterroristas en la zona de distensión contra el Frente al Nusra», aseveró.

Lavrov dijo haber hablado ya sobre la situación en la zona con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, con el que podría reunirse de nuevo en breve durante la Asamblea General de la ONU, según informó la Cancillería rusa.

El ministro de Exteriores ruso acusó a Estados Unidos de poner a salvo al Frente al Nusra para utilizarlo como arma arrojadiza contra el presidente Bashar al Assad y anteponer el derrocamiento de gobiernos «indeseables» a la lucha contra el terrorismo, y subrayó que lo que Washington hizo en Irak y en Libia ahora lo intenta hacer en Siria.

«Hablando en propiedad, lo intentaron hacer en Siria, pero no les salió. Consideramos que esos juegos egoístas, unilaterales y geopolíticos, son contraproducentes», concluyó.

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