(SOS).- Los fieles de Alepo se preparan para celebrar el próximo 13 de mayo la Consagración de la ciudad al Inmaculado Corazón de María siguiendo el llamado de la Santísima Virgen en Fátima. Durante tres días se celebrarán actos de devoción en honor de Nuestra Señora y el momento central tendrá lugar coincidiendo con la visita apostólica del Papa Francisco a la localidad portuguesa, con motivo del centenario de las apariciones marianas a los tres pastorcitos.
«La consagración de Alepo a María y el tema de la paz son una fuente de esperanza y un signo de nuestra presencia», explicó el Arzobispo caldeo de Alepo, Monseñor Antoine Audo, quien destacó el sentimiento de unidad entre los creyentes locales y su amor por las devociones populares. «Todo el mes de mayo es importante para la comunidad cristiana de Alepo. Todas las iglesias están llenas de fieles que rezan el Rosario, se acercan a la Eucaristía, recitan las letanías», dijo.
El prelado también indicó que la profunda devoción mariana del pueblo de Alepo «crea una atmósfera de serenidad» en medio de las difíciles circunstancias que atraviesa la región de Oriente Medio, ensangrentada por décadas de violencia. «Mayo es el mes privilegiado para orar por la paz, por el final de todos los conflictos», comentó.
Las celebraciones iniciarán con una jornada de oración el día 11 y finalizarán el 13 de mayo. «El evento culminante será la solemne celebración eucarística en la catedral de los franciscanos, a la que se invitó a todas las denominaciones cristianas», expuso el Arzobispo caldeo. A continuación, «tendrá lugar la procesión dentro y fuera de la iglesia, con la imagen de la Virgen, regalo del santuario de Fátima».
Monseñor Audo comentó que la estatua se encuentra en Alepo desde hace varios días y que se espera una participación en la celebración de unos 3.000 fieles de todos los ritos presentes en la ciudad. Ante las trágicas situaciones que han enfrentado los creyentes –recordó– la Iglesia eligió contrarrestar los estragos del fanatismo con el testimonio de la comunión. «La de fe de los cristianos es sólida y fuerte, y esto conduce al optimismo, incluso si las incertidumbres y las sombras sobre el futuro aún permanecen».
«Queremos aprovechar el evento para revivir los temas del diálogo, la unidad y el encuentro no sólo entre las diferentes denominaciones cristianas, sino también con los musulmanes aprovechando la gran repercusión que ha tenido el viaje del Papa a Egipto. Es un evento del que todavía se habla hoy, un testimonio hecho más con gestos que con palabras», concluyó el prelado.
(Fuente: AsiaNews)